Un acuerdo esperanzador



Esta histórica negociación deja de enseñanza una lección: los mejores acuerdos se consiguen entre pocos actores. Una reducida comisión de parlamentarios depuró el texto que, en un denso proceso caracterizado por los desacuerdos, había dejado una ineficaz Constituyente.

El acuerdo alcanzado en el Congreso Nacional para encaminar la puesta en vigencia de una nueva Constitución Política del Estado (CPE), previo referéndum a realizarse en enero del próximo año, confirma que, finalmente, la apuesta por el diálogo, un recurso tan democrático como civilizado, funciona. Es, en todo caso, un acuerdo esperanzador.

Luego de una serie interminable de desencuentros que se arrastra desde la Asamblea Constituyente, de un largo tiempo de incertidumbre, violencia y muerte, la clase política toma el camino de la concertación. El pacto sellado en La Paz, ante la atenta mirada de decenas de miles de adherentes a los movimientos sociales, es importante porque, cuando menos, sienta las bases para garantizar la paz durante los próximos 14 meses, hasta diciembre del 2009, cuando los bolivianos deberán elegir presidente, vicepresidente, senadores y diputados, siempre y cuando así se lo apruebe en el referéndum de enero.

El último escollo que encontró el diálogo fue la reelección presidencial, el mismo tema que llevó controversia a la Constituyente desde que apareció en el documento oficialista de la comisión Ejecutivo, en el colegio Junín, de Sucre. Casi dos años después, un grupo de parlamentarios de las cuatro fuerzas políticas con representación en el Poder Legislativo no sólo sacó adelante ese delicado asunto, sino que logró salvar otras muchas diferencias que mantenían el oficialismo y la oposición.

El presidente del Congreso, Álvaro García, reconoció en varias oportunidades ayer la virtud de la Comisión Multipartidaria de Concertación de haber realizado “ajustes” y “correcciones” a más de 100 artículos del proyecto de CPE que había sido aprobado por el MAS. El Parlamento terminó resolviendo los graves problemas que el país heredó de una Constituyente incapaz de sellar el pacto social, para el cual había sido convocada. A la luz de los hechos, cabe ahora preguntarse: ¿Valió la pena La Calancha y sus muertos?, ¿la huida de asambleístas a Oruro y la aprobación de un proyecto de texto constitucional solamente oficialista? García dijo que había “contradicciones” en ese documento, cuya letra fue defendida hasta el último momento por los dirigentes del MAS e incluso llegó en las manos de miles de esforzados marchistas hasta la sede del Gobierno.

El presidente del Congreso destacó que la propuesta consensuada satisface las expectativas de importantes sectores de la sociedad, que habían quedado marginados. Finalmente, las partes acordaron el recorte del mandato de los congresistas y la posibilidad de que el Presidente de la República pueda optar por una sola reelección. En consecuencia, Evo Morales tendrá la opción de alargar su periodo hasta el 2014 y ya no hasta el 2019, como se preveía en el proyecto masista.

Esta histórica negociación deja de enseñanza una lección: los mejores acuerdos se consiguen entre pocos actores. Una reducida comisión de parlamentarios depuró el texto que, en un denso proceso caracterizado por los desacuerdos, había dejado una burocrática e ineficaz Asamblea Constituyente.

Ojalá este consenso político sirva para pacificar definitivamente al país, que estará pendiente de su cumplimiento. Sin dudas de que es más saludable que la lógica de la confrontación y de la hostilidad, de la toma de instituciones y del cerco.

Un acuerdo esperanzador Un acuerdo esperanzador Reviewed by wilynoel on 10/21/2008 10:28:00 a. m. Rating: 5

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