Mundial Sudáfrica 2010: Paraguay No pudo con España.

El equipo de Del Bosque encuentra soluciones para llegar a su tope histórico en un Mundial, 
pero sigue esperando su gran partido.

Casillas, tras parar el penalti. SRDJAN SUKI / Efe

Lo más grande de un Mundial es que no tienes tiempo de saborear un hito histórico. 
España ha roto su techo mundialista al superar con gran sufrimiento a Paraguay y 
meterse en semifinales. 

Espera Alemania, la gran sensación del torneo, después de pasar como un 
bulldozer por encima de Inglaterra y Argentina. En ese camino se 
entromete una selección española que ha encontrado algunas 
soluciones pero que sigue aquejando ciertas flaquezas que le 
impiden completar un partido redondo en todo el torneo.

La principal virtud del grupo es Villa. ¿Cuántas veces un delantero en 
estado de gracia eleva a un equipo en un torneo corto como el Mundial? 
El Guaje ha marcado 5 de los 6 goles de España, y el otro que no marcó 
dio el pase a Iniesta. Le da igual partir de la izquierda o jugar como único
delantero. 

Es el desahogo de España. A su acierto se le han ido sumando otras 
aportaciones. Iniesta ha ganado con los partidos. Su mejoría física se 
ha hecho palpable, y ha sido decisivo en los tramos en los que se 
jugaban las habichelas contra Portugal y Paraguay. Su movilidad 
en la mediapunta ha sido el camino más lúcido del ataque español. 
Y de paso, compensa la extrema vigilancia de los rivales sobre Xavi, 
que ha impedido al barcelonista brillar como, por ejemplo, en la 
pasada Eurocopa.

El asentamiento de Ramos y de Capdevila en los laterales, sobre 
todo el del catalán, han apuntalado una defensa que aunque ha 
sufrido por las contras de los rivales, ha encajado solo dos goles 
y en sendos rebotes. Sin embargo, la diferencia la ha marcado 
Casillas. El portero ha reencontrado su identidad con paradas 
clave ante Paraguay, despejando las dudas de su concentración 
por su relación sentimental. Su reaparición en cuartos de final es la 
mejor noticia para España. 

Por contra, el equipo de Del Bosque arrastra dudas desde la primera 
fase que hacen que el duelo contra Alemania genere incertidumbre. 
La crítica sigue señalando la figura del doble pivote como el principal 
flanco débil del equipo. Sobran o Xabi Alonso o Busquets, dicen. 
Cesc o Silva siguen siendo añorados. Y por supuesto, está Fernando Torres. 

El delantero del Liverpool evidencia mala forma aunque su esfuerzo es 
encomiable, recién salido de una operación de rodilla. No ayuda tampoco 
que el esquema de juego de Del Bosque le haga arrancar sin espacios 
abierto a la banda derecha. La pujanza de Cesc y la aparición rutilante de 
Llorente ante Portugal se añadieron a los argumentos para la suplencia de Torres. 

Sea como sea, el crecimiento durante el torneo del propio Del Bosque, 
acertando en las teclas que pulsar desde el banquillo para enderezar 
el rumbo de partidos complicados en las eliminatorias, es otra esperanza 
para que España encuentre su primer gran partido del torneo. Contra Alemania 
sería una buena ocasión