Rooney acribilla al Milán y mete al Manchester en cuartos
El desastroso planteamiento táctico de Leonardo durante los noventa minutos. Antes del cuarto de hora, Rooney ya había marcado el primer gol del partido (tercero suyo en la eliminatoria).
Tras el descanso, sólo transcurrió un minuto y de nuevo Rooney batió a Abbiati (su cuarto gol en la la ronda de octavos) tras una buena acción individual y una buena asistencia de Nani desde la banda izquierda. Con el segundo jarro de agua fría, el conjunto italiano bajó los brazos definitivamente, lo que posibilitó que Park y Fletcher certificasen la goleada cuando aún faltaba media hora para el pitido final. De ahí al final, lo único destacable fue la entrada al césped de Beckham al campo en el minuto 64 y la ovación recibida un minuto después por Rooney al ser retirado del terreno por Ferguson.
El Milán llegaba a Old Trafford con la gran desventaja del 2-3 de la ida celebrada en Italia. Para el equipo de Leonardo la empresa era complicada, y lo fue más aún con la noticia de la milagrosa recuperación de Rooney, que les hizo dos goles en San Siro, y la baja de última hora del brasileño Pato por problemas musculares en uno de sus muslos. Se esperaba un Milán volcado al ataque y que dejase espacios atrás para los rápidos atacantes británicos. En su vuelta 'a casa' siete años después, Beckham fue suplente como ya es habitual con Leonardo en el banquillo (sólo cuatro veces ha sido titular el inglés con el brasileño como técnico en los once partidos que han coincidido).
El partido comenzó con el Manchester como único dominador del encuentro en todos sus aspectos, en el control del esférico y en el aspecto físico. Los de Ferguson llevaron la iniciativa desde el comienzo y en los primeros minutos efectuó varios disparos lejanos que sirvieron de aviso a Abbiati. Aún así, la primera ocasión clara del partido surgió de un fallo en la medular del conjunto inglés y que acabó con un remate de cabeza de Ronaldinho que se perdió por poco junto al palo izquierdo de Van der Sar. El aviso sirvió a los locales para ser conscientes del peligro del rival de turno. Fue entonces cuando apareció Rooney para marcar de cabeza su tercer gol en la Liga de Campeones (los tres al Milán) a pase de Gary Neville. Los 'diablos rojos' daban un paso de gigante en la eliminatoria con el vigésimonoveno tanto de su delantero centro en la temporada.
El Milán acusó en exceso el mazazo recibido y entregó el dominio de la posesión y del partido al United, limitándose a disparos lejanos desde la frontal del área que Van der Sar solucionaba con solvencia y sin problema alguno. Pirlo fue uno de los que lo intentaron sin éxito. El conjunto británico gestionaba el resultado de la ida y de la vuelta de forma inmejorable presionando a su rival y no permitir en ningún que probaran suerte de cara a portería. Mal pintaba la cosa para el equipo de Leonardo, que necesitaba marcar tres goles en el 'teatro de los sueños'para lograr el pase a la siguiente eliminatoria de la Champions.
El juego del equipo de Leonardo no se antojaba el correcto para una remontada que se consideraría de dimensiones épicas. Evra, Fletcher y Scholes tenían gran parte de culpa de ello debido a su labor a la hora de taponar las salidas del conjunto milanista, que se veía obligado a realizar un juego horizontal privándose de la verticalidad necesaria para marcar un primer gol que atisbara alguna posibilidad de remontada. Con el Manchester muy bien asentado en el campo y con un Milán muy apático debido a la dificultad del abultado resultado en contra se llegó al descanso con una ventaja justa por los méritos de cada uno de los equipos. Impresionante es la palabra que describe a la perfección la reforma que tenía que hacer Leonardo durante el intermedio para que su equipo tuviese alguna posibilidad, aunque lejana, de dejar en la cuneta al Manchester.
Si la historia del partido se preveía corta, dicha historia acabó en el primer minuto de la segunda mitad. Una galopada antológica de Nani por el costado izquierdo sirvió a Rooney para recibir la asistencia del portugués y batir con sutileza a Abbiati con su pierna derecha tras ganarle la espalda a Flamini. Trigésima diana del delantero inglés en la temporada y cuarto gol de Rooney en la eliminatoria de los cinco anotados por su equipo. Con el 2-0 en el marcador y fallando en las contadas llegadas al área de Van der Sar el partido y la eliminatoria estaba vista para sentencia desde bien antes de que Massimo Busacca pitase el final del choque. Entre tanto, Park y Fletcher se encargaron de certificar la goleada británica sobre el Milán. El Manchester se clasificó con méritos sobrados para los cuartos de final de la Liga de Campeones y su rival evidenció el fin de un ciclo y la necesidad y urgencia de una reforma general en todos los aspectos del equipo.
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