Hay partidos que deberíamos jugar sin técnico

Hay partidos que deberíamos jugar sin técnico

Para manejar un grupo, el orientador debe poseer carisma, presencia, experiencia, además de tener una influencia que sea determinante al interior del plantel, debe decidir y bien, si va darles oportunidades a los jóvenes, que jueguen ellos y no los veteranos de siempre que han acompañado a esta fábrica de derrotas en este mal denominado proceso, perder puede hacerlo cualquiera; pero así por goleada te estremece, te disgusta, te molesta, te cansa, y por último, te enflauta, por falta de compromiso, por la idea equivocada o nula que posee el técnico de cómo desarrollar un modelo futbolístico, y que ésta siga respaldada por una dirigencia que observa de palco este transitar desastroso sin mostrar siquiera una mueca de asombro, una llamada de atención, peor aún una explicación para cosas que parecen tan sencillas como es armar un onceno que represente a más de 10 millones de bolivianos, porque además el técnico puede elegir jugadores de todos los equipos ligueros y de los que juegan afuera. Para hacer un equipo hay que tener primero, profesionales sin lesiones, sin exceso de cotejos pero que sean titulares en sus equipos, sin traumas, que estén aptos para luchar todo el partido, que se paren bien en la cancha, que tengan diseñada un estrategia y un sentido de lo que se persigue, algún día nos acercaremos a la calidad y los triunfos, por ahora nuestra pobre selección no tiene nada de nada, y nadie hace nada, y que para enfrentar a Colombia y Argentina, Dios nos ayude, por que los dirigentes se ayudan solos.

PARTIDO

Con un amplio dominio, México derrotó a Bolivia por 5-1 anoche en partido amistoso jugado en el estadio Dinck's Sporting Goods Park, de Estados Unidos.

El cuadro azteca atacó desde los primeros instantes del compromiso, gracias al buen desborde por los costados, al buen accionar de los mediocampistas Israel Martínez, Fernando Arce y Leandro Augusto y a la peligrosidad de sus atacantes, Omar Bravo y Matías Vuoso, ante un seleccionado boliviano que le costó tomar las marcas por momentos y adelantar líneas para evitar el sofocón.

Al minuto de juego, México dio muestra de su fuerza en el ataque, Bravo de cabeza exigió al arquero Carlos Arias, quien tuvo que estirarse para evitar la caída de su pórtico. Fue precisamente el juego aéreo el principal elemento de juego del combinado centroamericano, que proyectó centros hasta cansarse y ante los cuales los zagueros bolivianos se vieron en figurillas.

Matías Vuoso abrió el marcador a los 24 minutos por intermedio Vuoso, después de un centro desde la izquierda de Martínez. Al encontrarse en desventaja Bolivia trató de desarrollar su juego, pero poco pudo hacer Joselito Vaca, el encargado de la generación de juego ofensivo en el mediocampo, y los delanteros José Alfredo Castillo y Alex da Rosa dispusieron de pocas posibilidades para inquietar al arquero Guillermo Ochoa.

Los volantes de contención el despliegue de los volantes de contención Leonel Reyes y Wálter Flores fue insuficiente para contener a los hombres de México, que se mostraron con mucha energía ya que mantuvieron su ritmo de juego.

La sudamericana se quedó con un hombre menos debido a la expulsión de Juan Manuel Peña, que cometió una falta desde atrás a Vuoso a los 30 minutos, aunque sanción exagerada del árbitro Baldomero Toledo, una falta que ocasionó también el cobro un tiro libre que dos minutos después fue ejecutado magistralmente por Leandro Augusto, que convirtió el segundo gol mexicano.

En el complemento, México también controló el partido a gusto y placer ante un desorientado Bolivia, que con varios cambios trató de tener una nueva fisonomía, que la consiguió simplemente por instantes porque después en cada jugada los jugadores bolivianos quedaron mal parados ante el accionar de los mexicanos.

El tercer tanto fue anotado por Vuoso a los 58 minutos con remate desde dentro del área, después de recibir un pase desde la derecha. En el mediocampo Bolivia contaba con Lorgio Álvarez y Didí Torrico, que ingresaron durante la segunda etapa y trataron de darle salida y fue Torrico el que anotó el tanto del que llegó a ser el del honor a los 69 minutos con un remate bien colocado después de eludir la marca de los zagueros aztecas.

Don minutos Santos Amador cometió una falta dentro del área sobre Sergio Santana, que el árbitro cobró penal, rematado por el propio Santana, que de esta manera amplió diferencias en el marcados; mientras, José Cárdenas, convirtió el quinto para México a los 85', que definió dentro del área, a pase de Rojas. Una goleada que refleja lo hecho por uno y otro en el partido, porque Bolivia fue nula en el ataque, pese a que Botero, que jugó en el segundo tiempo, trató de hacer algo adelante pero no lo consiguió.