Tiawanaku recobra protagonismo como el nuevo centro político-espiritual de Bolivia

Tiawanaku, BOLIVIA El cielo plomizo del altiplano boliviano avizora la unción, nuevamente, de la histórica ciudad religiosa Tiawanaku como la sacerdotisa boliviana, quien recibe en sus enterradas entrañas la bendición de los rituales de brujos andinos, en un día en el cual el líder indigenista Evo Morales acogió la fuerza de los poderes atávicos de esta tierra. Tiawanaku, otrora sitio sagrado de civilizaciones andinas, hoy reducida a ruinas de extraña majestuosidad, únicamente recordada como un atractivo turístico- recobra su fuerza como centro religioso, y da bienvenida a una nueva época en la historia boliviana, preludio del paso de una República a un Estado Plurinacional. La ríspida urbe mística guarda milenarias edificaciones entre las cuales se distingue el templo de Kalasasaya, un sitio de proporciones casi simétricas que parecen develar algún misterio astral, donde la construcción guardiana de los equinoccios, según cuentan los monjes andinos, se nutre de los rayos solares, los cuales entran su afamada Puerta del Sol, y llenan el espacio de una energía espiritual. Este templo del sol carga en sus arcas a una polifacética aglomeración de diversos pueblos indígenas, que presenciaron la ceremonia andina de empoderamiento de Evo Morales en un rito lleno de ceremoniales y colmado de símbolos aymaras, evocativo de lo que pudo alguna vez haber sucedido allí hace miles de años. El arenoso terreno y las rocas cubren aún más misterios que, con seguridad, son vagamente comprendidos en la actualidad, símbolos inscritos en sus pétreas paredes tal vez perdidos por la intervención del tiempo, tienen un segundo aire, resucitan quizá no con la intencionalidad de sus inicios, si no adquieren un nuevo carácter, un distinto ímpetu con la proclamación de un moderno líder indígena. En medio de instrumentos musicales de sonidos semejantes a aullidos, voces licántropas acompañan a Morales, quien ornamentado por ropajes de una dispareja mezcla de la cultura andina y occidental, exclama desde el templo: "desde este lugar milenario nace una luz".