Gobierno respetaría un referendo sobre manantial que va a Chile
Bolivia y Chile llegaron a un preacuerdo en noviembre pasado sobre el uso compartido de las aguas y para que Santiago, en principio, pague por el 50% del consumo, mientras estudios definen qué cantidad definitiva corresponde a cada uno de los dos países. El convenio está siendo sometido a consulta de organizaciones campesinas y vecinales en el departamento andino de Potosí (suroeste), donde nace el Silala en dirección a poblados del norte chileno, incluyendo la mina de Chuquicamata, la mina de cobre a cielo abierto más grande del mundo. "El Gobierno boliviano no va a firmar un acuerdo a espaldas del pueblo, si las organizaciones quieren un referéndum, está establecido en nuestra Constitución el porcentaje (y) las firmas que se quieren recoger", dijo Choquehuanca a la radio católica Fides. La Carta boliviana indica que una consulta popular puede ser convocada con las firmas del 5% de los ciudadanos registrados en el padrón electoral (un total de 5,2 millones de personas) o del 35% de los 166 miembros del Congreso. El entendimiento fue avalado hace una semana por organizaciones campesinas fronterizas con Chile, pero el influyente Comité Cívico Departamental de Potosí aún está revisándolo. La totalidad del texto no ha sido revelado por ninguno de los dos gobiernos. La organización civil exige que en el acuerdo se incluya el compromiso de Chile para pagar una deuda histórica, es decir desde que -según La Paz- el Silala fue canalizado artificialmente a principios del Siglo XX. Bolivia y Chile, que se enfrentaron en una guerra en 1879, carecen de relaciones diplomáticas formales, aunque mantienen diálogo a través de vicecancillerías. La Paz, AFP |
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