Bolivia y EEUU trabajan para mejorar relaciones bilaterales

El canciller boliviano, David Choquehuanca, reveló ayer que el Gobierno trabaja en un nuevo acuerdo marco con su similar de Estados Unidos y que ya se produjeron reuniones de comisiones de ambas naciones donde se habló del nuevo relacionamiento que debe existir.
De acuerdo con las explicaciones del jefe de la diplomacia boliviana, las negociaciones sobre los temas de cooperación están a cargo del Ministerio de Planificación del Desarrollo, que debe definir el ámbito y los alcances de la cooperación del país del norte.
“Tanto en EEUU como en Bolivia hemos manifestado la necesidad de construir relaciones positivas pero no de intromisión; EEUU ha entendido que este Gobierno, por más pequeño que sea, por más poco desarrollado que sea, es digno”, dijo la autoridad consular.

Fuentes diplomáticas revelaron que hay dos responsables del nuevo relacionamiento que fueron designados por el Gobierno. Las negociaciones en EEUU están a cargo de Erika Angela Dueñas Loayza, que se desempeña como encargada de negocios a.i en la embajada de Bolivia en Washington.
En Bolivia, el responsable de las tratativas con los delegados de EEUU es Jean Paul Guevara, quien se ausentó a Argentina a un encuentro internacional.
Sin especificar fechas, Choquehuanca afirmó que las misiones de negociación se trasladarán a Washington, en algunos casos, y en otros, serán los delegados de EEUU quienes lleguen a Bolivia para concertar los acuerdos.
El Ministerio de Planificación está a cargo de todos los acuerdos de cooperación con las Organizaciones No Gubernamentales (ONG), con organismos multilaterales y con los países amigos. Esta cartera de Estado también debe designar una comisión de negociación sobre los temas conflictivos para sentar “los pilares de la negociación”, informaron las fuentes.
En reiteradas oportunidades, las autoridades de EEUU aseguraron que uno de los pilares del relacionamiento con Bolivia es la lucha contra el narcotráfico y pretendían el retorno de la Agencia antidrogas de ese país (DEA por sus siglas en inglés) a la región del Chapare. Otra agencia de cooperación (Usaid por sus siglas en inglés) también podría retornar a esa zona.
Usaid fue echada de Chapare en julio de 2008; los campesinos alegaron que la cooperación no llegaba a los productores y que esa agencia realizaba campaña política contra el Gobierno.
Dos meses más tarde, en septiembre, cuando el país atravesaba una de sus peores crisis sociales y políticas, el presidente Evo Morales declaraba persona “non grata” al entonces embajador Philip Goldberg, y dos días después éste dejaba el país y afirmaba que las acusaciones contra su país eran “completamente falsas e injustificadas".
Al siguiente mes, a finales de octubre de ese año, nuevamente el presidente Evo Morales anunciaba la suspensión indefinida de las operaciones de la DEA en Bolivia luego de acusarla de “espionaje” y “conspiración”.
Finalmente, en marzo de este año, el segundo secretario de la embajada de Estados Unidos, Francisco Martínez, dejaba el país luego que el Gobierno lo acusara de ser el nexo entre la embajada y el supuesto agente de la CIA en Bolivia, Rodrigo Carrasco.
El portavoz de Palacio, Iván Canelas, afirmó que para el Gobierno cualquier relación con un determinado país debe estar basada en principios básicos de respeto a la soberanía, a la autodeterminación y que no debe existir condicionamientos en la relación bilateral.

Informes del Gtide costaron el cargo al ex jefe policial
La disolución del Grupo de Tarea de Investigaciones de Delitos Especiales (Gtide) está vinculada a la salida del Comando de la Policía del general Miguel Gemio y de supuestos vínculos de miembros de ese grupo con personeros de la embajada de EEUU. De acuerdo con el testimonio de dos miembros de Inteligencia de la Policía, a fines de febrero el Gobierno solicitó un ‘informe completo’ de las tareas que había desarrollado el Gtide sobre el caso de Santos Ramírez. Este documento nunca fue entregado.
Hace unas tres semanas, afirma uno de los efectivos, hubo una ‘presión fuerte’ desde Palacio de Gobierno sobre los informes y se enteraron de que los documentos solicitados fueron entregados a la embajada estadounidense. Este problema también ocasionó que el Ejecutivo decidiera el relevo del personal policial que estaba en esa embajada.

Los vínculos con Irán se mantendrán
El reencauzamiento de las relaciones entre Bolivia y Estados Unidos no puede afectar las relaciones que tiene el Gobierno con otras naciones, dijo el portavoz de Palacio Iván Canelas.
La autoridad afirmó que el Gobierno nacional definió que las relaciones internacionales sean con “todos los países” sin condicionar las conversaciones. El Gobierno de EEUU se mostró adverso a la posibilidad de que Bolivia inicie relaciones con el Gobierno iraní.
El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, visitó Bolivia en septiembre de 2007 y ese mismo mes ambos gobiernos iniciaron la construcción de relaciones diplomáticas con la firma de tres memorándums de entendimiento, un acuerdo macro y una declaración conjunta de proyectos comerciales y energéticos por 1.100 millones de dólares estadounidenses a ser ejecutados a mediano y largo plazo.

Tire y afloje

Expulsiones. Las relaciones entre Bolivia y EEUU comenzaron a deteriorarse en septiembre de 2008 cuando el presidente Evo Morales decidió expulsar al embajador Philip Goldberg. Washington respondió echando al embajador boliviano Gustavo Guzmán y con la suspensión de los beneficios del Atpdea.

Acusaciones. En noviembre, el presidente Morales también suspendió las actividades de la DEA. Luego los cocaleros expulsaron a la agencia de cooperación Usaid de la región de Chapare. En febrero el Presidente acusó a la CIA de infiltrarse en YPFB.