Reos de La Paz nombran representante a ex presidente de petrolera estatal

Por Efe - Agencia

El destituido presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Santos Ramírez. - Abi Agencia

LA PAZ |

Un grupo de reclusos del penal de La Paz nombró como su representante al ex presidente de la petrolera estatal boliviana YPFB Santos Ramírez, acusado de corrupción en esa compañía y detenido desde febrero pasado, informaron hoy los medios locales.

Según Radio Erbol, Ramírez fue elegido dirigente de la sección del penal denominada "La Posta", donde hay reclusos que gozan de ciertos privilegios como el de tener celdas alquiladas o compradas a otros reos o cuentan con mayor privacidad lejos de la población carcelaria mayoritaria.

Ramírez es abogado y maestro de profesión, fue en su momento presidente del Senado y muchos dirigentes del oficialismo lo consideraban como el futuro sucesor del Jefe de Estado boliviano, Evo Morales, en su partido, el Movimiento Al Socialismo (MAS).

Se encuentra preso desde febrero pasado cuando la Policía y la Fiscalía de La Paz descubrieron una red de corrupción en Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) tras el asesinato de un empresario petrolero que había firmado contratos con la compañía.

En los penales de Bolivia, es habitual que los presos elijan dirigentes para plantear demandas ante las autoridades del área o las judiciales y para que los representen en sus diferentes gestiones.

En la misma sección de La Posta de la cárcel de San Pedro, se encuentra recluido el opositor Leopoldo Fernández, ex gobernador de la región de Pando, acusado por su presunta responsabilidad en la muerte de varias personas durante un enfrentamiento producido hace un año en su región.

Fernández es actualmente candidato a la vicepresidencia para acompañar al candidato a presidencial Manfred Reyes Villa.
La cárcel de San Pedro ha sido definida por varias publicaciones internacionales como el penal más peculiar del mundo.

El centro penitenciario tiene un régimen abierto, por lo que no cuenta con vigilancia policial en el interior y casi todas sus celdas han sido convertidas prácticamente en viviendas con comodidades que dependen de la capacidad económica de cada recluso.