GOLES DE LUIS FABIANO Y RENATO PARA DERROTAR A UN ULTRADEFENSIVO UNIREA URZICENI

Ya lo dijimos en la previa: bromas, las mínimas. Manolo Jiménez lo sabía y sacó casi toda su artillería para derribar el previsible muro rumano, muy bien cimentado, por cierto, por Dan Petrescu, técnico del Unirea Urziceni.

Renato, Zokora, Kanouté, Luis Fabiano... toda ayuda era poca para evitar una cena indigesta. Porque a los 'lobos de Baragan', apodo por el que se conoce al Unirea en su país, a honrado no les gana nadie.

Este Sevilla está de suerte; tiene a uno de los delanteros más 'enchufados' del fútbol mundial

Con un presupuesto de apenas cinco millones de euros, poco más se le puede pedir a un equipo que contuvo las acometidas nervionenses hasta que Luis Fabiano dijo basta. Porque este Sevilla está de suerte. Tiene a uno de los delanteros más 'enchufados' del fútbol mundial y a poco que Kanouté coja la forma y Negredo se acople al esquema, puede destripar a quien pille mal parado.

Maraña en las bandas
Y ése no fue el Unirea. Porque no basta con defender con once, hay que hacerlo con orden y cabeza. Poderoso por arriba, Petrescu sabía que debía taponar las bandas rojiblancas, donde Navas y Capel se topaban con un mar de piernas en cada incursión.

Capel provocó hasta tres amarillas en apenas 55 minutos, lo que demuestra su buena predisposición

Navas no está aún al cien por cien, pero lo intentó siempre, mientras que Capel provocó hasta tres amarillas en apenas 55 minutos, lo que demuestra su buena predisposición, aunque su muro particular se llama Perotti y ése no para de crecer.

Aplicado en defensa y muy concentrado en todo momento, el Sevilla tenía la pelota pero no encontraba cómo hincarle el diente al Unirea. Un remate de Kanouté que casi acaba en gol tras tropezar en un rival había sido lo más peligroso hasta que Luis Fabiano entró en escena.

Llega el genio
A la media hora, 'O Fabuloso' se fabricó una falta al borde del área y puso a prueba a Arlauskis. Asalto para el portero lituano. La segunda ocasión del '9' de Brasil -sobrenombre que no me cansaré de repetir porque da lustre al equipo que lo acoge- demostró hasta qué punto está en estado de gracia, porque sólo necesitó una baldosa libre de marca para controlar con el pecho un centro de Capel y armar la pierna, pero su remate se estrelló en un zaguero rival.

El Unirea estiró líneas, todo lo que un equipo como el de Petrescu se puede estirar, que no es mucho

Demasiadas concesiones de un hombre 'hambriento', que aprovechó un centro de Renato al filo del descanso para rematar raso y esquinado desde la media luna del área y sumir en la desolación a Arlauskis. Asalto para Luis Fabiano.

El Unirea, que hasta entonces se había limitado a ensayar un par de disparos por mediación de Apostol -su mejor jugador- y Frunza, estiró líneas, todo lo que un equipo como el de Petrescu se puede estirar, que no es mucho.

Ocasión de Negredo
Pero el que siguió acumulando ocasiones fue el Sevilla. Capel desaprovechó un buen pase de Luis Fabiano y Negredo puso una vez más a prueba a Arlauskis con un disparo lejano que el cancerbero báltico envió a córner.

Fuego de artificio que se transformó en tiro de gracia en cuanto Luis Fabiano y Renato reeditaron su exitosa sociedad. Saque de esquina botado por Perotti que 'O Fabuloso' toca de cabeza para que su compatriota desvíe con la testa en las mismas narices de Arlauskis. Dos a cero y a pensar en Osasuna.

El Sevilla cumplió y ya piensa en el Rangers, porque la verdadera Champions empieza ahora

Tiro al palo
No sin antes buscar la goleada por inercia ante un Unirea rendido a la evidencia. Y fue Renato el que más cerca estuvo de firmarla, pero su remate desde el borde del área se estrelló en la cepa del palo izquierdo. La jugada, una vez más, partió de las botas de Perotti, que a poco que sepa cocinar y mande dinero a su madre va camino de convertirse en el yerno ideal, porque tiene hasta cara de bueno.

Total, que se acabó la cita sin sobresaltos, lo que no es poco visto lo visto por otros lares. El Sevilla cumplió y ya piensa en el Rangers, porque la verdadera Champions empieza ahora.