Ribéry: "Aún no puedo hablar del Real Madrid"
Fue obligado a pasar un examen médico: no quiere ir al 'stage'.
AS fue el único testigo de cómo, a las 14:30h., Ribéry entraba en un taxi en la Ciudad Deportiva del Bayern, vestido de entrenamiento y con chanclas (después de haber comido tras ejercitarse en el gimnasio) para acudir a la exploración.
Ribéry ha pedido a los dirigentes del Bayern no viajar mañana a la concentración de Donaueschingen (a 300 kilómetros al sur), que se prolongará del 16 al 24 de este mes. De ahí que los galenos de la entidad bávara hayan querido desmontar su coartada con las pruebas médicas.
Ribéry volvió a las 17:30h. de la clínica ya en su coche (conducido por su cuñado). Antes de bajar del vehículo, habló dos minutos por teléfono mostrando claros gestos de enfado. Puede que la conversación fuera con su agente, puede que con algún dirigente del Bayern. Hasta mañana la entidad alemana no se pronunciará sobre si viaja al stage o sobre el verdadero alcance de la lesión.
Repercusión.
AS pudo intercambiar unas palabras con Ribéry cuando bajó del coche. Algo malhumorado (es famoso en Múnich por el pronto que tiene ante el acoso de la prensa), mantuvo un estricto silencio. Sólo esbozó una tímida sonrisa ante dos cuestiones: "¿Qué opina del Madrid? ¿Va a firmar por el club blanco?". "Aún no puedo hablar de eso", se zafó. Y consciente de la repercusión que tiene cada uno de sus movimientos declinó coger el ejemplar de AS con la última portada en la que ha sido protagonista, aunque, en varios momentos, no pudo evitar echarle un vistazo para reconocer el medio español que le interrogaba.
Fue una torpeza de Rummenigge la que destapó la amenaza de Ribéry de acudir a los tribunales para salir del Bayern la temporada que viene por 20 millones de euros. AS ha conocido cómo se sucedieron los hechos. El pasado domingo, harto de que nadie le recibiera, Ribéry pidió hablar con Hoeness y Rummenigge. El francés no domina el inglés ni el alemán y en ocasiones excepcionales es Van Buyten (defensa belga del Bayern) quien le hace de intérprete. Con esa mediación le dijo al club bávaro a las claras que su único deseo es firmar por el Madrid y que estaría dispuesto a ir a los tribunales.
Plantado.
El crack ha cumplido con su palabra, la que le dio a Florentino a través de Zidane y Alain Migliaccio, de forzar la situación esperando a que el Madrid haga una oferta oficial (tiene reservados 55 millones para su traspaso). De momento, los dirigentes del Bayern siguen fieles a su discurso: "Ribéry no está en venta". Sin embargo, los acontecimientos, como sucedió con otras estrellas como Beckham, Ronaldo o el propio Zizou, apuntan al traspaso.
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