Indignación general por el ataque al cardenal

El atentado que sufrió la residencia del cardenal Julio Terrazas, la madrugada del miércoles en Santa Cruz, desató reacciones de parte de la Iglesia católica y de la clase política del país. Los representantes católicos condenaron el hecho, mientras que el Gobierno anunció una investigación exhaustiva a fin de esclarecer el suceso.

A través de un comunicado, la Conferencia Episcopal de Bolivia (CEB) consideró el hecho como una afrenta contra la persona y dignidad del cardenal, aunque el líder de los católicos no se haya encontrado en su domicilio, en momentos en los que detonó el artefacto explosivo.

“La Conferencia Episcopal expresa su solidaridad con el cardenal y sus allegados”, dice el comunicado, que fue leído por el arzobispo de La Paz, Edmundo Abastoflor,en la capital cruceña.
El religioso afirmó que el atentado refleja un grado preocupante de intolerancia y solicitó a las autoridades que extremen esfuerzos para esclarecer lo sucedido.

A su vez, los obispos auxiliares de Santa Cruz pidieron a los “autores del delito y a quienes comparten la estrategia de la violencia que desistan de los métodos irracionales y extremistas que engendran intranquilidad, desestabilizan y dividen el país”.

Desde Cochabamba, el arzobispo Tito Solari también repudió el ataque al domicilio del cardenal y remarcó “que la vocación de la Iglesia de anunciar la verdad de Jesucristo no va a ser ofuscada y callada por gestos de violencia”.

Por su parte, la posición del Gobierno en relación con este hecho la hizo conocer el viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, que informó de que se instruyó a la Policía Nacional y a los órganos de inteligencia que realicen una investigación exhaustiva para dar con los autores y se les inicie el proceso correspondiente.

La autoridad gubernamental, además, expresó la solidaridad del Gobierno para con el cardenal, al informar que tras este lamentable atentado el Ministerio de Gobierno pidió al comandante general de la Policía, Víctor Hugo Escóbar, que ejecute los operativos necesarios para dar con los autores de este delito. “Queremos expresar nuestra profunda preocupación por este hecho terrorista contra una persona que simboliza no sólo a la Iglesia católica, sino que es una figura importante del pueblo boliviano”, dijo Farfán.

Mientras tanto, el prefecto cruceño, Rubén Costas, desde Tarija, exigió al Ministerio Público y a la Policía que lleven adelante las investigaciones correspondientes para esclarecer este hecho lo antes posible y anunció que de ser necesario recurrirá a los investigadores privados para que indaguen el atentado. Para Costas, “sólo un terrorista es capaz de atentar contra el domicilio del cardenal”. Los prefectos de Beni, Tarija y Chuquisaca también expresaron su solidaridad al prelado.

Asimismo, el ex presidente y líder de la agrupación Podemos, Jorge Quiroga, pidió que el atentado no quede en la impunidad para que no provoque la sospecha de una acción premeditada con fines políticos”.

Indicó que en estos últimos tiempos el Gobierno se ha convertido en el principal agresor político de Terrazas. No obstante, para el presidente de la Cámara de Diputados, Edmundo Novillo (MAS), el hecho pudo ser provocado por una ‘mano negra’ de un sector radical de la oposición. “Es probable que detrás de este hecho esté la oposición y la intención de crear un nuevo escenario de conflicto que sea adverso al Gobierno y su imagen hacia la gente”, expresó.
La ANP repudia lo sucedidoLa Asociación Nacional de la Prensa (ANP), a través de un documento público, expresó su profunda preocupación por el atentado terrorista cometido contra la residencia del cardenal Julio Terrazas.

“Cuando parecía que retornaban a Bolivia la paz y la tranquilidad al haberse logrado un acuerdo democrático que permitiera la realización concertada de elecciones transparentes, volvieron a surgir los mensajeros de violencia, expresando resentimientos y odios que tanto daño hacen a la nación y a la convivencia. Casi inmediatamente se han producido acciones terroristas como las perpetradas contra el domicilio del máximo representante de la Iglesia católica en Bolivia, Julio Terrazas, quien fuera distinguido con el Premio Libertad de la ANP en 2007”, dice el comunicado de la Asociación de Nacional de la Prensa.

Manifiesta que las autoridades del Ministerio Público están obligadas a investigar este hecho para que los responsables no queden impunes, como está sucediendo con los autores de los delitos cometidos contra los medios de comunicación y periodistas.La ANP también demanda a las autoridades gubernamentales las garantías necesarias y efectivas para que el periodismo boliviano pueda desarrollar sus actividades en un marco de libertad y seguridad democrática.
“Son últimos coletazos de intolerancia”Álvaro Puente / AnalistaEl atentado a la residencia del cardenal son los últimos coletazos del clima de intransigencia que estamos superando. El consenso para aprobar la ley electoral fue una muestra de que estamos entrando en una dinámica distinta, en un proceso de concertación y de madurez. No obstante, creo que todavía tenemos resabios de gente que sigue creyendo en la muerte, en la intransigencia y que no acepta a los que piensan distinto. Considero que lo que hicieron al cardenal es injusto, pues el fin no justifica los medios, no se puede matar por ningún objetivo.

Ahora con respecto a lo que pueda pensar el Vaticano con relación a este hecho, creo que lo que nos debe preocupar es lo que piense el mundo. El Vaticano va a interpretar este hecho como el resto de los países, pues estamos dando un triste espectáculo. El problema es que con esto el mundo descubra que seguimos con niveles de relación muy poco civilizada y poco comprensiva de la diversidad.Ahora, creo que este suceso no afectará la relación entre estados, pues el Vaticano no maneja sus relaciones diplomáticas a esos niveles, las relaciones con ese país, a diferencia del resto, son más simbólicas y menos sujetas a vaivenes.