Fujimori, condenado por delitos de lesa humanidad

AFP. Lima

El ex presidente peruano Alberto Fujimori fue condenado a 25 años de prisión por cargos de violación a los derechos humanos, considerados ‘crímenes contra la humanidad’ por el tribunal, según el fallo leído ayer en Lima, el cual señaló de inmediato que apelará.
El tribunal señaló que el ex mandatario, de 70 años, permanecerá 25 años en prisión (de los cuales ya ha cumplido 2) que finalizan el 10 de febrero de 2032, y que además tendrá que pagar indemnización a 29 agraviados por un valor total de $us 90.000.
El juez César San Martín, presidente del tribunal, señaló en un tono severo que se había probado crímenes de homicidio calificado y secuestro agravado, que configuran "según el derecho internacional, crímenes contra la humanidad".
Apenas se conoció la sentencia, Fujimori consultó con su abogado, César Nakazaki, y dijo a San Martín que apelará la sentencia.
“Señor presidente, interpongo recurso de nulidad”, dijo Fujimori, fórmula para señalar que recurrirá a la apelación.
El fallo generó elogios de las organizaciones de derechos humanos Amnistía Internacional y Human Rights Watch, que lo consideraron "ejemplar" y un magnífico precedente para otros casos.
Mientras tanto, Keiko Fujimori, congresista e hija del condenado, dijo que convocaba a los peruanos a salir a las calles para protestar pacíficamente contra este fallo aberrante, en su primera reacción a la sentencia.
“Es la hora de la calle contra este fallo que destila odio y venganza y es la crónica de una condena anunciada”, agregó.
Fujimori fue condenado como autor intelectual de las matanzas del vecindario de Barrios Altos, en noviembre de 1991, que dejó 15 muertos; y de la Universidad La Cantuta, en julio del año siguiente, que dejó 10.
Además fue responsabilizado del secuestro en 1992 del periodista Gustavo Gorriti y del empresario Samuel Dyer.
La ‘autoría mediata’, la tesis que se aceptó para condenar al ex presidente peruano Alberto Fujimori, fue planteada en 1963 por el jurista alemán Claus Roxin y propone sancionar al ‘autor detrás del autor’ o a quienes tienen el ‘dominio del hecho’. El concepto de Roxin considera como autor a aquél que, sin obrar por sí mismo, utiliza a otra persona como instrumento para cometer el delito.
Esta tesis ya fue aplicada en los juicios de Nüremberg contra los jerarcas nazis y, posteriormente, contra la dictadura argentina de los años setenta.
En Perú figuraban las condenas por "autoría mediata" contra el líder y fundador del grupo terrorista Sendero Luminoso, Abimael Guzmán, y el ex jefe del Servicio de Inteligencia Nacional (SIN), Julio Salazar Monroe.

Camino a prisión

- 06/11/2005. Fujimori llegó de manera sorpresiva a Santiago de Chile, donde al día siguiente fue detenido.

- 03/01/2006. Las autoridades de Perú solicitaron formalmente su extradición.

- 21/09/2007. La Corte Suprema de Chile aprobó su extradición por dos delitos de lesa humanidad y cinco de corrupción.

- 10/12/2007. Comenzó el juicio por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, y por los secuestros de un periodista y un empresario.

- 07/04/2009. La Corte Suprema condenó al ex gobernante a 25 años de prisión, al considerarlo autor mediato de los crímenes de Barrios Altos y la Cantuta y los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y del empresario Samuel Dyer.

Sus partidarios prometieron movilizarse contra el fallo
Los simpatizantes del ex presidente peruano Alberto Fujimori reaccionaron con ira e indignación ante la sentencia de 25 años de prisión impuesta a su líder por violación a los derechos humanos y prometieron salir a las calles para defender su inocencia.
Tan pronto vieron la sentencia en una pantalla de televisión colocada en las afueras de la Dirección de Operaciones Especiales de la Policía (Diroes), donde se celebró el juicio, medio millar de fujimoristas gritaron: "¡Poder Judicial, vergüenza nacional!". Algunos arrojaron sillas de plástico y basura contra los periodistas.
“Prensa amarilla, cuenta la verdad”, cantaban al unísono, mientras se arremolinaban en las calles, con banderolas anaranjadas y fotografías de Fujimori, para intentar acercarse a la puerta de la base de la Diroes, donde ya se había formado un cordón de policías antimotines. Tras tres horas de espera bajo un sol agobiante, la muchedumbre gritaba enfurecida: “¡que el pueblo juzgue!”, “¡A las calles, a las calles!”. /(AFP)