El Athletic Club desea reverdecer viejos laureles, en una cita que le ha estado vetada en el último cuarto de siglo, haciéndose con la final de la Copa del Rey que hoy, en el valenciano Mestalla, le medirá a un Barcelona que busca el primero de los tres títulos a los que aspira. El Athletic acoge el compromiso que le ha devengado una discreta trayectoria copera, aunque con el aldabonazo de la semifinal ante el Sevilla, con la ilusión de un niño y amparado en el increíble apoyo que le está brindando una afición que ha ido más allá incluso de lo mucho que ya se esperaba de ella. Si hasta hace poco el vestuario del Athletic parecía referirse a un imposible cada vez que hablaba de una hipotética victoria en la final, de poco a esta parte la considera perfectamente factible. Quizás sea por la tranquilidad de haber finiquitado ya los apuros clasificatorios en la Liga o porque empieza a ver grietas en el poderoso Barcelona, que llegará al día “D” sin Iniesta ni Henry. Así, uno de sus jugadores, su principal referencia de los dos últimos años, Fernando Llorente, se atreve a apostar sin tapujos que el Athletic va “a ganar la final”. Tampoco le han quedado a la zaga hombres importantes que tiene alrededor, como Gorka Iraizoz, Andoni Iraola, Aitor Ocio o Fran Yeste, para quienes su equipo cuenta “con más opciones de las que muchos creen”. Si al final del partido, es el '17' rojiblanco el que, en su calidad de capitán, levanta el trofeo, el Athletic volverá a sentirse de nuevo 'Rey de Copas', algo que le discute el Barcelona y sus 24 títulos. El objetivo de los azulgranas será, por tanto, poner un poco más de tierra de por medio, levantando un nuevo trofeo, que sería su vigésimo quinto, y además, saldar una deuda pendiente con el conjunto bilbaíno, que salió vencedor (1-0) de la última final en 1984 en el estadio Santiago Bernabéu. Valencia (España), EFE |
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