El Gobierno venezolano cumple 10 años de intolerancia política

Caracas, (BBC Mundo).- Con actos en las calles y una cumbre internacional, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y sus seguidores celebraban ayer el décimo aniversario de su ascenso al poder.

En la capital, Caracas, tendrá lugar una reunión extraordinaria de la Alternativa Bolivariana para las Américas, ALBA, para analizar la crisis financiera mundial.

Mandatarios

El encuentro contará con la presencia de los presidentes de Bolivia, Ecuador, Honduras y Nicaragua, así como representantes de Cuba y Dominica. Posteriormente, el presidente venezolano participará en un acto público que tendrá lugar en el Paseo Los Próceres, en el Sur de la ciudad. El Gobierno declaró ayer como día no laborable, con el fin de permitir la participación en los eventos para recordar “aquel día cuando la revolución bolivariana pacífica y el pueblo comenzaron a hacerse gobierno”, según declaró Chávez.

Polémico feriado

Las escuelas, bancos y tiendas permanecerán cerrados so pena de sanciones oficiales, según advirtió el viceministro del Trabajo, Abraham Mussa. “Es un día de júbilo, de encuentro de los trabajadores con sus familias, celebrando 10 años de logros, 10 años de misiones”, dijo el funcionario. La medida fue criticada por portavoces de oposición, quienes declararon que no hay motivos para fiesta.

“Un gobierno que quiere celebrar diez años debería hacerlo trabajando más, no diciéndole a la gente que no vaya a trabajar”, señaló el ex candidato presidencial y alcalde de la ciudad de Maracaibo, en el occidente del país, Manuel Rosales.

“Sin palabras. Yo voy a estar trabajando. Para mí no es una fecha patria”, fue la reacción del dirigente de oposición y gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski.

Otros portavoces opositores atribuyeron el feriado a una maniobra de campaña para sumar votos a favor de una reforma constitucional que permitiría la reelección indefinida del presidente y otros cargos de elección popular. Cuando faltan poco menos de dos semanas para la consulta popular, pautada para el 15 de febrero, está en pleno apogeo una “guerra de encuestas” en las que parte y parte se atribuyen la victoria.