Ex gobernador liberado: Uribe y FARC no quieren que haya paz

Villavicencio, Colombia | Agencias

El ex gobernador Alan Jara, quien se reencontró el martes con su familia tras permanecer siete años cautivo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), guerrilla que lo entregó horas antes a una misión humanitaria, afirmó que ni el gobierno de Álvaro Uribe ni los rebeldes quieren la paz, sino que pareciera que promueven el conflicto.

Jara, en una rueda de prensa junto a su familia, dijo además que "las FARC no están acabadas para nada" y que mientras exista pobreza y temas como cultivos de drogas ilícitos en el país, habrá jóvenes que busquen las filas insurgentes como una vía para sobrevivir.

"Pareciera que al presidente Uribe le convenga la situación de guerra que se vive en el país y pareciera que a las FARC, y esta es la perversidad, le gusta que Uribe esté en el poder porque siempre (se) dan hechos en una u otra dirección (que) apuntan a lo mismo: a que el intercambio (de secuestrados por rebeldes en prisión) no avance, (tampoco) la posibilidad de un diálogo político" de paz, aseguró Jara.

De los rebeldes "no sé qué piensan, no los entiendo", agregó el ex gobernador, destacando que durante su largo cautiverio no habló con los jefes de las rebeldes FARC.

Aseguró que el temor que sentía en los primeros meses de secuestro de ser asesinado por la guerrilla después mutó al que sentía por morir en un bombardeo militar por los numerosos operativos que se realizan.

"La actitud del Presidente no ha ayudado para nada a que se produzca el intercambio humanitario... no lo digo con resentimiento, ni con amargura por los años que tuve que pasar allá", consideró Jara.

"Lo siento de todo corazón que Uribe no hizo nada por la libertad de nosotros" los secuestrados, añadió.

Horas antes, Jara arribó a Villavicencio, capital del departamento de Meta a unos 75 kilómetros al sur de Bogotá, en un helicóptero con la misión encabezada por la senadora Piedad Córdoba e integrantes del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).

Jara descendió del helicóptero a las 14:13 hora local (19:13 GMT) y se abrazó con su esposa Claudia Rugeles y su único hijo Alan Felipe, de 15 años. Los tres se juntaron en un solo abrazo y lloraron.

"Libre, libre y feliz... ya descansé siete años y medio con ellos (los rebeldes), ahora es (a) trabajar", dijo Jara en breves declaraciones a la multitud de reporteros agolpados en el aeropuerto.

De acuerdo a lo que han comunicado las FARC, los rebeldes aún retienen al menos a una veintena de soldados y militares.

Se espera que el jueves la misión humanitaria busque a Sigifredo López, de 45 años, un ex diputado de la asamblea legislativa del departamento de Valle de Cauca, al suroeste colombiano, secuestrado en abril de 2002.

"Se ha cumplido el 80 por ciento de lo de prometido. Ahora vamos por Sigifredo López", dijo Córdoba.

Esperanza contra el flagelo

El presidente colombiano, Álvaro Uribe, dijo que la entrega de cinco rehenes desde el domingo por parte de las FARC supone una esperanza para acabar con el flagelo del secuestro en el país.

Desde la ciudad caribeña de Santa Marta, Uribe expresó que en este acontecimiento hay un elemento común: "una gran alegría esperando que termine un secuestro y una gran alegría asistiendo aquí al nacimiento de una esperanza".

"Esta esperanza, en muy buena parte, nace porque la patria ha venido derrotando el terrible flagelo del secuestro", afirmó Uribe, para apuntar que Colombia pasó de tener 3.700 delitos de este tipo en 2000 a 194 ocho años después.

El presidente colombiano consideró que "la paz nace de una gran determinación de derrotar el terrorismo, con valores democráticos".

"La paz no nace de los coqueteos a los terroristas (...), del temor a los terroristas, lo que lleva a exaltarlos", enfatizó el Presidente, para quien la pacificación tampoco surge de "permitirles a los terroristas que hagan teatro político y circo con sangre".

"PROFE" DE IDIOMAS

Los compañeros de cautiverio de Jara perdieron a quien les hacía más soportable la vida en la selva con sus lecciones de inglés y ruso.

El ex gobernador es un ingeniero civil egresado de la Escuela de Construcción de la ciudad ucraniana de Kiev, a la que viajó en 1975 para aprender ruso y en la que, como reconocimiento a su desempeño como estudiante, se le permitió cursar los estudios superiores.

El inglés lo aprendió en la selva con un diccionario y se hizo profesor de idiomas como método de relajación personal y también de los policías y militares con quienes soportó los años de cautiverio, contó a su esposa, Claudia Rugeles, en un mensaje.

Jara cayó en manos de las FARC el 15 de julio de 2001 en la carretera que comunica a El Dorado y Lejanías, localidades del Meta, departamento del que fue gobernador en dos oportunidades.

El político, que ya no era gobernador sino consultor de la ONU, se había desplazado a la zona invitado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para asistir a la apertura del Puente de la Reconciliación.