Congreso hondureño estudia plan de Arias y Zelaya espera en Nicaragua

José Miguel Insulza aboga por la continuidad del diálogo por Honduras.

• Vásquez llegó en helicóptero a inspeccionar a las tropas desplegadas en la zona fronteriza, donde está vigente desde el viernes un toque de queda ampliado.
• La propuesta del Presidente de Costa Rica contempla, entre otros puntos, restituir en el poder a Zelaya, quien casi no tiene aliados en el Parlamento.

Tegucigalpa, (Agencias).- El Congreso hondureño analizó ayer el plan de Óscar Arias para resolver la crisis surgida tras el golpe de Estado contra Manuel Zelaya, quien permanece afincado en la frontera nicaragüense con sus seguidores, mientras del lado hondureño se extendió el toque de queda.

La sesión legislativa extraordinaria, que duró más de tres horas, comenzó con poco más de la mitad de los diputados del Congreso, de 128 miembros, y tras el debate se creó una comisión que analizará el tema y presentará un informe al plenario, informaron legisladores.

“Vamos a tener que esperar que la comisión (de siete miembros) produzca un documento. Nuestra obligación es someterlo inmediatamente” al plenario, dijo el nuevo titular del Congreso, José Alfredo Saavedra.

Sin aliados

La propuesta del presidente costarricense Óscar Arias contempla, entre otros puntos, restituir en el poder a Zelaya, quien casi no tiene aliados en el Congreso. El dictamen puede ser conocido por el plenario “mañana (hoy) mismo, si lo tiene (listo la comisión) o el miércoles o el jueves”, agregó Saavedra, quien sustituyó a Roberto Micheletti luego de que éste fuera elegido por el Congreso como presidente del gobierno de facto, en sustitución de Zelaya.

Todos los diputados que siguen asistiendo al Congreso apoyan al régimen de Micheletti y el derrocamiento de Zelaya. Esta reunión del Congreso, que nunca sesiona los lunes, fue convocada mientras Zelaya permanece en la ciudad nicaragüense de Ocotal, cerca de la frontera con Honduras, y sus seguidores se movilizan para presionar al gobierno de facto a devolverle el poder.

“Resistencia pacífica”

Zelaya solicitó que sus compatriotas que han cruzado hacia Nicaragua para expresarle apoyo reciban el estatuto de refugiados, mientras organiza con ellos una “resistencia pacífica” que le permita recuperar el poder.

Según Carlos Arturo Reyna, estrecho colaborador del mandatario derrocado, el equipo de Zelaya gestiona ante el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y las autoridades nicaragüenses el estatuto de refugiados para sus seguidores, que “huyen de la represión” en Honduras. La solicitud tiene como objetivo que sus seguidores reciban condiciones apropiadas de albergue, alimentación y sanidad, mientras estén en Nicaragua.

En tanto, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas hondureñas, general Romeo Vásquez, visitó ayer la frontera con Nicaragua y pasó por el lugar que Zelaya pisó fugazmente el viernes.

Toque de queda

Vásquez llegó en helicóptero a inspeccionar a las tropas desplegadas en la zona fronteriza, donde está vigente desde el viernes un toque de queda —que fue extendido hasta las seis de la mañana de hoy— para contener a centenares de zelayistas que llegaron a la zona.

Desde Managua, se anunció oficialmente que Nicaragua abrirá una oficina para que los hondureños denuncien por fax, correo electrónico o teléfono, lo que consideren violaciones a los derechos humanos del gobierno de Micheletti.

Unión Europea

Por su parte, España y Venezuela coincidieron en Caracas que Zelaya debe regresar “inmediatamente” a la presidencia de forma pacífica para demostrar que la época de los golpes de Estado en América Latina es parte del pasado. “La posición de España y de la Unión Europea (UE) ha sido tajante. La UE fue la primera entidad que condenó el golpe militar y pidió el restablecimiento del orden constitucional y el retorno de Zelaya a Honduras. Esa posición no ha cambiado”, aseguró el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, de visita en Venezuela.

Su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, que regresó de la frontera nicaragüense, donde acompañó a Zelaya en su intento de volver a Honduras el fin de semana, dijo que si la situación no se enmienda, “se abriría una amenaza para todos los pueblos del continente”.