Lágrimas de la hija de Jackson marcaron último adiós al ídolo
Paris, la hija del fallecido cantante, lo despidió entre lágrimas como millones de fans que siguieron el sepelio en directo en todo el mundo. El acto memorial en Los Ángeles fue un último tributo musical
Agencias.- “Desde que he nacido mi papá ha sido el mejor padre que se puede imaginar, y sólo quiero decir que te quiero mucho”, dijo Paris Michael Katherine, y rompió a llorar como millones de personas en todo el planeta. Las emotivas palabras de la hija de Michael Jackson marcaron el tono de la ceremonia que ayer despidió al “rey del pop” en el Staples Center de Los Ángeles.
Como la pequeña de 11 años, una treintena de artistas, familiares, religiosos y más de 20.000 fanáticos e invitados especiales rindieron un extenso y sentido último adiós al ídolo musical fallecido el 25 de junio de un paro cardiorrespiratorio, mientras cientos de millones de telespectadores seguían el homenaje en directo por la televisión e internet.
La gala de más de tres horas que exaltó el talento y la humanidad del desaparecido músico culminó cuando su familia tomó el escenario del coliseo para cantar en compañía de otros artistas los clásicos de Jackson We Are The World y Heal The World antes de dirigirse a los más de 17.000 asistentes.
Luego de eso, el inesperado testimonio de Paris Jackson eclipsó el resto de declaraciones, al ser el primer pronunciamiento público de uno de los protegidos descendientes del cantante para quien también tuvieron palabras de afecto Jermaine y Marlon, hermanos del artista. “Una parte de ti vivirá siempre en todos nosotros. Puede que ahora, Michael, te dejen tranquilo”, afirmó Marlon.
El evento dirigido por el coreógrafo Kenny Ortega (High School Musical), quien trabajaba con Jackson para preparar sus recitales estivales en Londres, se llevó a cabo con la presencia del cuerpo del difunto cantante en un ataúd dorado que fue trasladado para la ocasión desde el cercano cementerio Forest Lawn de Hollywood.
Ortega confesó que escogieron como improvisado “templo” para el solemne homenaje el Staples Center, pabellón deportivo donde juega el equipo de baloncesto de Los Angeles Lakers, ya que fue donde Jackson efectuó su último ensayo días antes de su fallecimiento a los 50 años.
Desfile de estrellas Mariah Carey y Trey Lorenz fueron los primeros en tomar el escenario para versionar uno de los temas que cantó el “rey del pop” durante su carrera, I’ll Be There, popularizado por los Jackson Five, a los que pertenece también Who’s Loving You, que cantó el británico Shaheen Jafargholi.
Jennifer Hudson se encargó de rescatar Will You Be There del álbum Dangerous, que publicó el artista en 1991; mientras que John Mayer plasmó con su guitarra los acordes de Human Nature y Usher puso su voz a Gone Too Soon.
Uno de los momentos más significativos fue la actuación de Jermaine Jackson, hermano mayor de Michael, quien se enfundó un guante plateado igual al que tantas veces usó el ídolo.
Ex miembro de los Jackson Five, Jermaine se atrevió con la canción preferida del Michael, Smile, de Charles Chaplin, según explicó una acongojada Brooke Shields, quien rememoró la inocencia de la estrella fallecida, a quien una vez le pidió que le enseñara, sin éxito, el mítico paso de baile moonwalk.
Un video repasó durante varios minutos el legado audiovisual y musical de Jackson, en el que se recordaron sus grandes éxitos discográficos para dar paso a Stevie Wonder.
“Éste es un momento que desearía no haber vivido para ver”, dijo afligido el veterano cantante, que tocó con su piano el tema Never Dreamed You’d Leave in Summer, que él mismo compuso.
La ceremonia también tuvo una importante carga religiosa. Un coro gospel dio la bienvenida al ataúd que porta los restos de Jackson y poco después Lionel Richie ponía su grano de arena en el homenaje con Jesus is Love.
Los reverendos Lucious Smith y Al Sharpton dieron sus condolencias a la familia y este último consiguió poner de pie a los asistentes cuando afirmó que Michael había sido capaz de unir a la gente de diferentes orígenes y razas a través de su música.
Otra gran ovación fue a parar al fundador de Motown —el primer sello discográfico que sacó a la palestra a cantantes afroamericanos—, Berry Gordon, quien calificó a Jackson de “el mayor artista que jamás ha vivido”, en la misma línea en la que habló la actriz Queen Latifah.
Los ídolos de los Lakers Kobe Bryant y Erwin “Magic” Johnson; Martin Luther King III y el productor Smokey Robinson, quien leyó mensajes de Diana Ross y Nelson Mandela, tomaron la palabra en el evento en el que se anunció que se pedirá al Congreso de EEUU el reconocimiento de Jackson como “leyenda de la música e icono humanitario”.
El nombre de Michael Jackson escrito en las nubes y en el pavimento, en corazones floreados, en las entradas al último adiós, y en las gargantas de aficionados y estrellas. Así el mundo despidió a uno de los mayores iconos de la cultura popular moderna.
Una audiencia global récord
Se calcula en 50.000 la cantidad de fanáticos que se concentraron ayer alrededor del Staples Center en Los Ángeles para despedir a Michael Jackson, cifra muy inferior a las 700.000 que las autoridades esperaban.
La alcaldesa Jan Perry declaró brevemente a la cadena CNN: “Por fortuna, la gente prefirió evitar el riesgo de un caos en una ocasión tan sentida y escuchó nuestros pedidos de honrar la memoria del cantante desde sus hogares”.
No obstante, el funeral del “rey del pop” batió récords históricos en internet, donde millones de personas siguieron en directo el evento, o “twitteando” sobre él. Tal fue la afluencia, que anoche se contaban por miles las quejas por saturaciones o cortes de portales como Google, Facebook, MySpace o Twitter.
A ello se suma la audiencia por televisión que, según el experto en mercadeo de medios masivos Matthew Anderssen “fue casi incalculable”, pero que “con seguridad llegará a cientos de miles de millones de telespectadores en los cinco continentes, y batirá récords de anteriores eventos similares como el entierro de la princesa Diana en 1997, y ni hablar de los funerales de Elvis Presley o John Kennedy”.
“Desde que nací, mi padre fue el mejor papá que se puede imaginar, sólo quiero decir que te quiero mucho”.
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