Un bus que funcionaba con GLP y con pasajeros a bordo se incendió

Servicio de transporte de pasajeros empeora diariamente.

La falta de control y el mal estado de los vehículos del servicio del transporte público en las principales capitales del país como La Paz, arriesgan la vida de los usuarios como se incendió ayer un ómnibus, a causa del uso de tres garrafas de Gas Licuado de Petróleo (GLP) y el cual ocasionó tres personas con quemaduras diversas.

Estos motorizados (buses, minibuses, taxis y otros), por su mal estado mecánico y deterioro de sus carrocerías, no sólo ponen en riesgo la vida de los pasajeros, sino contaminan la atmósfera y dan mal aspecto a las ciudades.

El incendio de ayer de un bus de la línea 15 del sindicato “Eduardo Avaroa”, con pasajeros a bordo, evidencia la falta de control, en este caso, del uso indiscriminado de GLP, por parte del autotransporte público.

La Policía ni la Alcaldía, menos la Superintendencia de Transportes y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), ejercen el control de la prohibición de usar GLP en los vehículos.

El micro del sindicato “Eduardo Abaroa” que funcionaba con tres garrafas GLP, instaladas de manera improvisada, se incendió ayer en la zona Miraflores, causando pánico en los pasajeros y la intervención de la Unidad de Bomberos. De este hecho, cuatro personas resultaron heridos con quemaduras en el cuerpo.

El comandante de la Unidad de Bomberos Antofagasta, coronel Gustavo Daza, en declaraciones a la Red Erbol, dijo que presuntamente el incendio se produjo por una chispa eléctrica en el vehículo con placa de control 223-FSU.

Macario Gutiérrez Guzmán (82), Tomás Lucero Durán (64), Marcel Caramini Cabrera (32), fueron trasladados al hospital de Clínicas, mientras que el chofer del microbús fue llevado al hospital de Cotahuma.

“Tras la atención inmediata de este incendio verificamos tres garrafas de GLP y su instalación está totalmente prohibida porque no cumple ninguna norma de seguridad y nos imaginamos que debe haber otros vehículos similares“, declaró Daza, a tiempo de llamar a la reflexión a los transportistas para que no hagan funcionar sus motorizados en condiciones que ponen en riesgo la seguridad de los pasajeros.

COTIDIANO

A diario, en las calles paceñas se observan minibuses o microbuses detenidos, a causa de desperfectos mecánicos. De la misma manera cientos de autos contaminan el ambiente, con la emisión de gases prohibidos y dañinos para la salud humana.

A estos elementos, se suman el mal estado de los asientos de los motorizados del servicio público de pasajeros. Las ventanas selladas de los minibuses y descentradas de los buses (vetustos e incómodos), también son parte de lo cotidiano de la ciudadanía.

El mal trato de los conductores y ayudantes a los usuarios, el exceso de velocidad y incumplimiento de normas de tránsito, son asimismo, parte de este pésimo servicio.