La construcción no cede ante la crisis

A diferencia de otros países donde el rubro atraviesa por una coyuntura difícil, en el país, entre enero y marzo, el sector registró un crecimiento de 3%. Los trabajadores que se fueron a las minas retornan a las obras.

• EN EL SUR PACEÑO • Tres obreros empujan un carro lleno de cemento en una construcción en Irpavi. Ocurrió el miércoles. Mientras en otros países el sector de la construcción se encuentra en una situación difícil por efecto de la crisis financiera global, en el país, esta actividad registró un crecimiento de 3% en los tres primeros meses del año, según la Cámara Boliviana de la Construcción (Caboco). En base al resultado logrado entre enero y marzo, el sector prevé que si se mantiene ese ritmo de desarrollo en los siguientes meses, se podrá alcanzar el crecimiento del año pasado que fue de 9,2 por ciento según el Instituto Nacional Estadística (INE). “La construcción sigue registrando un comportamiento positivo. Hay crecimiento, pero no es como el que hemos experimentado en años pasados, (es) un poco más limitado, pero seguimos creciendo”, explicó el secretario ejecutivo de la Caboco, Jorge Quiroga Canaviri, en una entrevista con La Razón. Señaló que, a nivel nacional, el sector no frenó sus actividades. “Es más, hay bastantes obras públicas que incluso están quedando desiertas (…) porque las empresas están con trabajo en este momento o, en su defecto, concluyendo varias obras”, dijo. A decir de la Caboco, el sector constructor es uno de los más importantes de la economía del país por la cantidad de empleos que genera. Según datos de la entidad, la construcción ofrece unos 300.000 puestos de trabajo y, a su vez, genera más de un millón de empleos indirectos. Ante la crisis global, Quiroga indicó que el país tiene algunos “colchones” que le permiten paliar la situación. Uno de ellos es la acumulación de reservas internacionales, producto de las remesas que han ingresado al país. “(También) hemos tenido época de vacas gordas con los precios internacionales de los minerales y el petróleo”, manifestó. Sin embargo, el representante de los constructores no descartó que la crisis afecte al sector como en otros países donde existe un efecto “más recesivo”. Ante esta posibilidad, pidió al Gobierno que ejecute políticas “anticíclicas, con programas intensivos de empleo”, en planes como el de Vivienda Social y obras de carretera que no estén ligadas a la red vial fundamental, sino a la construcción de caminos vecinales, por ejemplo. Con el incremento registrado en los últimos dos años en el precio de los minerales, maestros albañiles y ayudantes migraron de la construcción al sector minero, por lo que hubo escasez de mano de obra. No obstante, hoy la situación se revierte por la caída de precios de las materias primas. Los albañiles que se fueron a las minas vuelven Los albañiles que se fueron a las minas cuando los precios de los minerales estaban altos, han vuelto a la construcción, debido a la caída de las cotizaciones de esas materias primas. Tres maestros albañiles y un ayudante entrevistados por La Razón coincidieron en que en los últimos meses el aumento de la mano de obra es notorio. Senobio Poma y Demetrio Mamani, ambos maestros albañiles encargados de la construcción de un complejo artesanal en la calle Murillo, indicaron que varios de sus colegas se fueron cuando repuntó el precio de los minerales, pero que ahora, con la caída, “están volviendo”. Ismael Montes, que trabaja en la construcción de un edificio en la 20 de Octubre desde hace un año, afirmó que la mano de obra aumentó. “Hace varios meses han llegado (albañiles) de Oruro y de Potosí a trabajar. Han llegado por unos cuatro, cinco meses, luego se fueron y ahora están retornando”. Mientras, Erwin Choque, ayudante, teme por una posible escasez de trabajo en el futuro. El jornal se ha mantenido. Un maestro albañil gana entre Bs 80 y 90, un contramaestro percibe Bs 75 y los ayudantes, entre 45 y 55.