Militares van a Santa Cruz tras la revelación de Rozsa

Los militares irán a resguardar la frontera con el Brasil. No se conoce el número del contingente. En Santa Cruz cuestionan la medida. El Congreso inició la investigación sobre los supuestos hechos irregulares.

• EN CONFERENCIA DE PRENSA • El diplomático húngaro Matyás Jozsa (centro) declara ante los medios de comunicación ayer junto al abogado de Toazo, Rigoberto Paredes (izq.). El gobierno del presidente Evo Morales inició ayer, desde Cochabamba, el desplazamiento de un contingente importante de efectivos militares a Santa Cruz con la finalidad de reforzar la seguridad, sobre todo en la frontera con Brasil, frente a la “amenaza potencial” del terrorismo. El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, confirmó ayer en la noche en la ciudad del valle el movimiento militar, aunque no precisó el número de efectivos que eran enviados en al menos 10 buses del transporte interdepartamental, según pudo constatar La Razón. La autoridad no ocultó que la decisión del Ejecutivo también responde a las actividades de terrorismo descubiertas y que motivaron a ejecutar un operativo que terminó con la vida de Magyarosi Arpak, Michael Dwyer y el boliviano-húngaro Eduardo Rozsa Flores, quien es identificado como el líder de este grupo. “En parte (el operativo) tiene que ver (con estos hechos); no podemos ocultar, no podemos negar la presencia de terroristas, como una amenaza potencial a la seguridad del Estado boliviano en esta región; por lo tanto, esta presencia justifica y ratifica nuestra necesidad de preservar la seguridad en la región”, insistió anoche Quintana. De hecho, en una entrevista que concedió a Andras Kepes, Rozsa reveló que fue contactado para organizar una acción de resistencia en Santa Cruz e incluso su independencia, de ser necesario. Añadió que las armas se las proveerían desde el Brasil. Luego de conocerse estas declaraciones, el vicepresidente Álvaro García advirtió el miércoles que no tolerarán intenciones separatistas. “El Gobierno boliviano será firme, contundente, implacable contra los que han atentado contra la integridad territorial de los bolivianos”, sentenció. A diferencia de Quintana, el ministro de Defensa, Walker San Miguel, explicó en La Paz que el desplazamiento militar no tiene que ver con “el tema del terrorismo”, sino con la necesidad de resguardar las fronteras en poblaciones como San Matías, donde se encontró siete cuerpos en una fosa común. “Hace apenas dos a tres meses han sufrido en el puesto de Tescal un robo de armamento por parte de delincuentes paraguayos actualmente procesados”, recordó ayer San Miguel. Los militares serán distribuidos en Roboré, San Ignacio de Velasco, Concepción y San José de Chiquitos con el objetivo de reforzar la seguridad en estas zonas fronterizas con Brasil, donde, recordó Quintana, se presenta la ilícita actividad del narcotráfico y otras “que debilitan la seguridad pública en Santa Cruz”. Desde la capital oriental, el dirigente cívico Luis Núñez cuestionó el despliegue militar y consideró que las Fuerzas Armadas son “usadas para someter al miedo al pueblo cruceño”, ya que “sólo porque pedimos autonomía nos tratan de separatistas, de terroristas”. En el Congreso se decidió formar una comisión multipartidaria para investigar lo sucedido en la capital oriental. Ayer sesionó la comisión, recibió el informe del fiscal del caso, Marcelo Sosa, y viajará el lunes a Santa Cruz. Tras la reunión, el diputado Bernardo Montenegro reveló que el supuesto grupo terrorista estaba integrado por ocho y no sólo por cinco personas. “Tres están muertos, dos están detenidos en la cárcel de San Pedro y tres, cuyos seudónimos son El Viejo, El Superman y El Lucas, están prófugos y son buscados".