| | Llamado: el cardenal Julio Terrazas, durante el Congreso de los misioneros, pidió por la paz en Bolivia, ayer |
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La Iglesia Católica sostuvo ayer que el referéndum por los estatutos autonómicos de Santa Cruz no es una encuesta tal como dijo el Gobierno del presidente Evo Morales. Además, descartó la posibilidad de un diálogo entre el Ejecutivo y los prefectos de la “media luna” y advirtió de que los resultados de la consulta serán una carta de negociación del prefecto Rubén Costas que “se debe tener en cuenta y respetar”. Por su parte, las organizaciones afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) dieron un giro y endurecieron su posición al anunciar marchas y resistencia a la consulta en la capital oriental.
Cuando faltan 17 días para el referéndum del 4 de mayo, el clima de tensión aumentó ayer luego de que las Seis Federaciones de los cocaleros, la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB), la Central de Pueblos Étnicos de Santa Cruz (Cepes) y la Central Obrera Boliviana (COB) anunciaran —por separado— su decisión de rechazar la consulta en las calles y marchar hacia Santa Cruz.
Frente al riesgo de enfrentamientos, el Gobierno había decidido, la semana pasada, llamar a los cruceños a no participar en el referéndum por considerarlo una simple “encuesta”.
En su lugar, el viernes 11, el presidente Morales pidió que los movimientos sociales se concentren en las capitales de departamento en señal de protesta contra la consulta cruceña.
El sábado 12, los sectores sociales afines al oficialismo resolvieron vigilar y no realizar acciones para impedir el acto electoral.
Sin embargo, las organizaciones afines al MAS modificaron la táctica del oficialismo para dar pelea en las calles.
En el mismo sentido, los indígenas de la organización “ponchos rojos” y la Confederación Nacional de Marqas y Ayllus de Qullasuyo (Conamaq) también establecerán una posición en las próximas horas.
El desafío surge 24 horas después de que el secretario político de la Organización de Estados Americanos (OEA), Dante Caputo, alertara que la situación boliviana es grave y que hay riesgo de que la tensión y la controversia se transformen en enfrentamiento y confrontación, con grave riesgo para la democracia en la región.
Tierras bajas, en marcha
La CIDOB y la Cepes ratificaron que preparan una gran movilización por la unidad de la patria y en rechazo a la consulta sobre el estatuto autonómico.
La marcha empezará el 20 de abril en el municipio de San Ramón y se desplazará hasta el centro de Santa Cruz.
Así lo confirmó el secretario general de la CIDOB, Adolfo Chávez, quien indicó que esta acción es un paso más en el marco de la declaratoria de autonomía de los pueblos indígenas.
“El propósito de esta movilización es en rechazo a esos estatutos que no han tomado en cuenta a los pueblos indígenas”.
Según el líder indígena, la concentración será a partir del 18 de abril y la caminata partirá el domingo 20 de la localidad de San Ramón y prevé llegar hasta el centro de la capital oriental.
De acuerdo con informes de la CIDOB, varios pobladores de la Cordillera, San Julián, Cuatro Cañadas, San Antonio de Lomerio, al igual que Yapacaní de la provincia Ichilo y San Pedro del Sara anunciaron que se abstendrán de participar en la consulta.
En tanto, la COB convocó a los trabajadores de los nueve departamentos del país a resistir las autonomías departamentales, tras calificarlas como ilegales, y no asistir al referéndum.
El secretario ejecutivo Pedro Montes aseveró que “la clase obrera no permitirá la división del país, por lo que están dispuestos a defender la unidad de los bolivianos en las calles”.
El diálogo naufraga
Para la Iglesia Católica, el referéndum “no es una encuesta” como han declarado el presidente Evo Morales, el vicepresidente Álvaro García Linera y el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana.
Además, la institución católica indicó que los resultados de este referéndum serán la voz de qué es lo que quieren los ciudadanos en Santa Cruz.
El padre Marcial Chupinagua, director de Prensa del Arzobispado de Santa Cruz y vocero del cardenal Julio Terrazas, declaró a la Agencia de Noticias Fides (ANF): “Si nos basamos en los conceptos, el proceso de referéndum que se está desarrollando en Santa Cruz no es una encuesta como lo ha manifestado el Vicepresidente, sino un mecanismo que está llegando a toda la población del departamento para tener respuesta a una consulta. En una encuesta sólo se toma en cuenta a un grupo como objetivo y de ese universo se obtiene un resultado”.
La Prensa habló con Chupinagua y tras una lectura de los cables de la agencia ANF ratificó sus declaraciones. En ese marco, afirmó que “los resultados del referéndum permitirán al prefecto Rubén Costas tener una referencia de cuánto el pueblo es consciente de lo que requiere, lo que necesita, y de lo que quiere hacia adelante, es también una respuesta a lo que ha ido pidiéndose en los cabildos o marchas que representan lo que la gente demanda”.
“Cuando el Prefecto vaya a negociar con el Gobierno con los resultados del referéndum, tendrá en sus manos el deseo de un pueblo que quiere administrar sus recursos y de abrir mayores caminos de desarrollo, y eso es necesario tenerlo en cuenta y respetarlo”.
Según la Iglesia, el diálogo se complicó cuando el Mandatario habló de nacionalizar aceiteras. “Las declaraciones del Presidente de nacionalizar las empresas aceiteras son complejas y dificultan la disponibilidad que tengan los productores, empresarios, exportadores o transportistas de solucionar los conflictos. Crea susceptibilidad y una falta de predisposición por parte del Gobierno”, declaró Chupinagua a la agencia ANF.
Agregó que existe una gran cantidad de familias que están afligidas porque sus fuentes de trabajo están siendo amenazadas. “Sería importante que de parte del Gobierno se den señales de que se quiere solucionar el problema de manera más respetuosa, y no aprobando leyes que están en contra del derecho al trabajo”.
Dijo que “esto cierra el camino que debería conducir a un encuentro y diálogo entre los sectores, porque mientras se ofrece y promete diálogo, está amenazando y eso crea susceptibilidades”.
El cardenal Julio Terrazas, durante el cierre del Congreso Misionero cumplido ayer en Cochabamba, pidió a los bolivianos superar los problemas del pasado, pero no con muertos y heridos.
Luego el prelado solicitó escuchar las voces que buscan la paz y no las “palabrerías” de quienes quieren confundir y enfrentar a los bolivianos.
El viceministro de Justicia, Wilfredo Chávez, adelantó que el Poder Ejecutivo analizará la declaración de la Iglesia y manifestó su esperanza de que la entidad mantenga su neutralidad en el conflicto desatado entre el Gobierno y los prefectos.
El jefe de bancada del MAS en el Senado, Félix Rojas, respaldó el llamado a la movilización hecho el martes 15 por las Seis Federaciones de cocaleros que anticiparon el traslado de 10 mil militantes hacia la ciudad de Santa Cruz.
La escalada del conflicto
El 14 de marzo, Evo Morales se reúne con el cardenal Julio Terrazas.
Entre el 2 y 4 de abril, OEA, Brasil, Argentina y Colombia envían a sus representantes.
La Iglesia y la comunidad internacional buscan facilitar el diálogo entre las partes.
Sin embargo, ni el Ejecutivo ni los prefectos ceden posiciones para solucionar el lío.
El delegado de la OEA, Dante Caputo, advierte riesgos de confrontación y violencia.
La Iglesia cuestiona al Gobierno por generar desconfianza y respalda la consulta cruceña.
Los movimientos sociales anunciaron que marcharán en defensa de la unidad del país.
El MAS respaldó las movilizaciones y pidió que los manifestantes no sean atacados.
La COB llamó a la resistencia contra el referéndum cruceño del 4 de mayo. |
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